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Hoy he tenido un sueño.
Me encontraba de noche en el jardín de mi terraza, rodeado por la soledad como tantas veces me pasa. Sentado, mirando el cielo, veía el cinturón de Orión despuntando en el este y me conmovía volver a encontrarme con mis viejas estrellas. De pronto sentí la presencia extraña y luminosa de un auriga con unos hermosos caballos blancos. Me miro, poco a poco se alejo camino de la luna que ensortijada en una sábara roja se ausentaba de mi. Me dije mi pasión última por lo helenístico estaba haciendo que me volviera loco, pero caí en la cuenta del pétreo silencio que me envolvía, y entonces comprendí el misterio, se había muerto el grillo del jardín, el último vestigio del verano. La desolación se apodero de mí, ¡cuanta tristeza podía reunir en el sueño!.
Me vino a la memoria un poema que escribí ayer:
Hay flores todavía en el jardín,
en este otoño acaso tengan los días contados
y ellas lo sepan por el aliento
que las noches les depara.
Pero me conmueve su fragancia,
casi más, que aquellas,
que avanzada la primavera me buscaban.
Me desperté, ella dormía a mi lado y sin pensarlo, metí mi mano en su pijama, necesitaba sentir el calor húmedo de su cuerpo, estaba cerca de su sexo, sí, pero no, no era deseo lo que me impulsaba, ahora necesitaba sentir calor humano.
fotografía de J.A.Melendo
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16 comentarios:
Pobre grillo...y bendito calor humano.
Buscar dentro de un pijama el origen de todo es una buena forma de comprobar que aún hay vida, en cualquier estación.
Bellos sueños los tuyos.
Evocan nostalgias y poemas.
No es extraño que pidan calor de otro cuerpo.
Un abrazo
Calor humano, esa es la clave. Buena calefacción para el fin del verano.
Un abrazo.
a veces nos parece que todos e acaba una vez realizado el acto sesual...o que nunca comienza otra cosa si no hay eso....ya sabeís que po pongo algún poema erótico...pero siempre defenderé la caricia como vínculo que la piel necesita...abrazos y besos
Es curioso como te puede despertar el silencio...la ausencia del sonido del grillo que acompañaba desde la primavera...
Nada, nunca, como el verdadero calor humano.
Besos fresquitos
Fernando, los paisajes que vemos, y que a veces no coinciden con los que miramos, son siempre una traqueotomía para que nuestra memoria continue respirando.
Besos.
Te leo, y tu poema trae a mi pensamiento connotaciones de poesía oriental.
Bello, Fernando.
Mucho.
Un beso!
jaja, anda, q... eso de "bendito calor"... que les digan a los curas si esa es forma de buscar calor humano!! :)
qué tal todo?? te veré hoy en la presentación de "papel usado"??
Besitos, tío
Què imagen màs tierna, Fer, siempre me ha conmovido eso de la ternura frente a un cuerpo dormido del que hablaba Girondo, no lo recuerdo de manera exacta.
Precioso poema.
Un besazo y gracias por tus palabras, siempre.
Bonito sueño y bonitas sensaciones, el tacto de la piel es reconfortante también para mí. Una pena por lo del grillo, forman parte de mi infancia y les tengo un cariño especial.Un abrazo.
Si era por sentir calor humano, me pareció muy bien... para que sentir frío. :)
Ahora en serio, que sensación más agradable.
un bes
recupero lo dicho anteriormente...pero daros cuenta que no hay nada erótico...sois un poco mal pensadas..para una vez!..ja,ja..besos.
Pobre grillo, quizás se había ido también a buscar calor "insectil".
Un beso!
Ay del desvelo! qué tendrá que nos desubica....y descentra.
Pero nunca pensé que el silencio pudiera pedirme velar un grillo muerto.
Ante el frío, abrigarse es un buen término....camino al suave sueño, pero yo no leo nostalgia.
Olimpia.
ja,ja...que tendrá el sueño que hace que un grillo reinicie todo lo que la rueda de las estaciones marcan en mi cabeza hasta durmiendo!
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