La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco

Contribuyentes

miércoles, 6 de agosto de 2008

Salitre en la palma de la mano







Ya no quedan puertos tras nuestras ventanas
tan sólo el chocar del viento contra el alféizar
bajo la pálida mirada del eclipse
y la fiebre de un ángel en el abismo

Ahora todo se rompe
como un espejo eterno
del alba y del ocaso,
extendiendo su imperio
testigo único del mundo

La mar se enreda a los tobillos
y en mi garganta
la sal hunde sus raíces



Víctor Sierra




F

8 comentarios:

Waiting for Godot dijo...

Fascinante. Besos.

Yeli dijo...

Fabulosa imagen con sensaci♀n a eternidad!!!!
Y los versos me han dejado el aroma del mar en calma.
Un abrazo
Yeli

fgiucich dijo...

Cuando se acaban los puertos, es imposible anclar el alma y el mar nos inunda lentamente. Abrazos.

ybris dijo...

A veces pasa con las ventanas.
En vez de puertos suenan a vientos, luces tenues y distancias de ángeles febriles.
Pero el mar siempre anda enredado en todas nuestras honduras.

Gracias a los dos.

Minerva dijo...

Admitir que: "ya no quedan puertos tras nuestros ventanas...", ¿no es darse por vencido?.

Hiciste cambio de imagen, es inquietante, aunque me gustaba esa playa solitaria.
Saludos.

libertad dijo...

Sí, como dice Ybris el mar siempre anda enredado en todas nuestras honduras. Y las montañas...qué verdad! Qué foto más impresionante!
Un beso fuerte

Doberka dijo...

A veces, no queda otro remedio que juntar los pedacitos de nuestro mundo y esperar que soporte los golpes del viento una vez más. Sin duda alguna es un gran poema, Víctor.

Besos

albalpha dijo...

En la caída ...
La mar se enreda a los tobillos
y en mi garganta
la sal hunde sus raíces

Me quedo con esos versos.
Besos

Programa Electroletras

Con versos en la noche

Mi lista de blogs

Seguidores

Vídeos de poesía para perdidos

Ahora en youtube

Los poemarios

Los poemarios
© (Copyright) Fernando Sarría de todos los contenidos originales de este blog, excepto cuando se señale otro autor.

Archivo del blog