Puedo abrigar noviembre entre mis brazos, dejarlo dormir con su pulso de frío y ese dolor incansable que tiene todo lo que no tiene remedio.
Hay veces que me gustaría expresar todo lo que siento, me es imposible, no sólo es el pudor que en realidad es escaso en este sitio, es que desnudo de mi soy sólo unos gramos de ternura y unos centilitros de humedad…todo el miedo del mundo envuelto en una piel convencida de que nada vuelve salvo lo que nunca pasó.
Os hablo de los muelles y las estaciones…esos barcos y trenes que se llevaron tatuados los jirones de tantas esperanzas…y no es que los eche de menos o tal vez sí, porque inconformista como soy no puedo más que derrotarme en la ausencia de un juego que ya conozco…no temo sin embargo sus heridas, sólo la mano que toca la cicatriz, la llaga que se remonta, lo candente de un fuego apagado o esa mirada todavía altiva que no sabe comprender que el tiempo siempre gana.
Hay frío en la noche, viento, cierzo oscuro que me traslada lejos, pero que no me mueve, ya no me mueve, aunque siga siendo noviembre y casi todas las luces tengan la tristeza de lo inevitable.
Se va el mes que nunca sabrá de mi porque siempre vino a cansarme la esperanza.
Hay veces que me gustaría expresar todo lo que siento, me es imposible, no sólo es el pudor que en realidad es escaso en este sitio, es que desnudo de mi soy sólo unos gramos de ternura y unos centilitros de humedad…todo el miedo del mundo envuelto en una piel convencida de que nada vuelve salvo lo que nunca pasó.
Os hablo de los muelles y las estaciones…esos barcos y trenes que se llevaron tatuados los jirones de tantas esperanzas…y no es que los eche de menos o tal vez sí, porque inconformista como soy no puedo más que derrotarme en la ausencia de un juego que ya conozco…no temo sin embargo sus heridas, sólo la mano que toca la cicatriz, la llaga que se remonta, lo candente de un fuego apagado o esa mirada todavía altiva que no sabe comprender que el tiempo siempre gana.
Hay frío en la noche, viento, cierzo oscuro que me traslada lejos, pero que no me mueve, ya no me mueve, aunque siga siendo noviembre y casi todas las luces tengan la tristeza de lo inevitable.
Se va el mes que nunca sabrá de mi porque siempre vino a cansarme la esperanza.
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11 comentarios:
Todo es transitorio, todo es fugaz, todo es memoria de lo ya vivido y cuanto más andado más juego jugado.
Un abrazo.
MMM La tristeza derrumba al poeta de las alas muertas?
Rezuma melancolia
Vuela corcel vuela alto
La vida es maravillosaaaaa y gracias a esos pensamientos de Noviembre es que uno se aferra a ella no dejes que te contagie el cierzo y eleva tu corazon.
Maria, el pasado mata el presente
Se va noviembre pero llega diciembre con su alegría!!!!!!
Besos borrascosos y feliz fin de semana
Estos sentimientos me hubiera gustado saber expresarlos tan bien yo misma,porque me identifico tanto con lo que dices...
Qué bien se está por este lugar,Fernando.
Un placer siempre.Que tengas un buen fin de semana.
Fernando, este tiempo de cierzo oscuro nos mata a todos un poco. Mal está autocitarse, pero a mí me ha dado por el cierzo y los suicidas en mi última entrada. Desde que visitaste mi blog te vengo leyendo y me encanta reconocer en gente de mi ciudad sensaciones parecidas.
Este texto me ha gustado especialmente.
A veces, una tarde cualquiera, la dulzura se instala en las palabras
Besos de noviembre.
A mí me pareces, tan, tan, tan tierno...
Llenaste el mes de poesía.
Mil besos.
Fernando, me llegas siempre, ya lo sabes... pero éste en concreto me "jodió" especialmente ;-))
IM-PRESONANTE aquello de:
"todo el miedo del mundo envuelto en una piel convencida de que nada vuelve salvo lo que nunca pasó."
Creo entenderte a mi me marcó en muchos sentidos el mes de junio, recibí lo mejor y lo peor, ya pasados los años es solo un mes en que celebro lo mejor y trato con indiferencia lo peor, tanto así que escribí un poema que se llama Junio 23.
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