La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco

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martes, 3 de febrero de 2009

Vengo desde el silencio







Vengo desde el silencio,
un desierto de invierno me precede
y hace sofismas de la lluvia
como si en su toga se escondieran
las cuatro verdades que conozco.
Soy tan simple
que veo en cada gota de rocío
un mundo apresado en su infinito sueño
y ese rumor de campanas
y restos de estrellas
que quedan en mis manos cuando te tocan.










F


9 comentarios:

Marisa Peña dijo...

Qué bello ese mundo apresado en la gota de rocío, y ese rumor de campanas y esos restos de estrellas...Me quedo un rato en tu poema, para no perderme. Besos

-- dijo...

desde el silencio a la suavidad eterna que le dan tus manos

besos

Lamia dijo...

¿me lo prestas, verdad?

Noelplebeyo dijo...

La asombrosa riqueza y complejidad de una simple gota de agua.

Bonita

carlota dijo...

Este tiene un tono especialmente delicado. Y no creo precisamente que al poeta que ve todo un mundo en una gota de rocío se le pueda calificar de simple, a no ser que sea para connotar todo lo contrario.
Besos delicados

Sofía B. dijo...

Esto de simple va a ser poético porque si no será un chiste.

Beso

irene dijo...

Una bella forma de romper el silencio, con tus palabras, y las de Silvio.
Grandiosa simpleza en esa gota de rocío.
Besos.

fgiucich dijo...

Esas gotas de rocío que mecen las campanas. Abrazos.

MIZPAH dijo...

Y yo.. pequeña gota de agua...

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