Poema VI
Toca y sus dedos investigan un sendero.
Abre las compuertas.
Deja ante los oídos
las respuestas de la música,
sin darle importancia,
casi con cierto odio a si mismo,
no necesita la expectación
y se recrea en la incertidumbre,
en su exclusiva necesidad
de este dominó de teclas
para seguir viviendo.
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