La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco

Contribuyentes

martes, 29 de noviembre de 2016

Poema XXI





Sueño que una gota de plomo corre por mi sangre

y va a llegar un instante fatal

en que se abrirá paso

inundando mi corazón.

Prefiero esperar una bala. Certera. Precisa.

Junto a la sien,

donde todavía quede un laberinto sin señales,

y mientras aún respire, ya no siendo quien era,

mi corazón palpite…


f.









domingo, 27 de noviembre de 2016

viernes, 25 de noviembre de 2016

Poema XX



Era ya de noche cuando vino la soledad,

felina, con la forma oscura de una pantera.

La escucho desde entonces gruñir y ronronear a mi lado.

A veces pienso que se ha hecho mi compañera,

aunque nunca he buscado su amistad

a su sombra le gusta recorrer mi espalda

y con su aliento traerme viejos sonidos de calles y ciudades.


f.


martes, 22 de noviembre de 2016

Poema XIX



Étretat


Después del silencio vino otro silencio,

traía juntos una nube y una mirada azul plagada de incienso.

El mar era un pensamiento deslumbrante,

nosotros, todos, andábamos por la estrecha senda de la calima,

sin saberlo éramos felices en el acantilado,

teníamos el fulgor de espera y la contrición

que tiene un privilegiado

mientras admira la obra del tiempo y la naturaleza.

domingo, 20 de noviembre de 2016

viernes, 18 de noviembre de 2016

Poema XVIII



En la Galería de la Academia de Florencia.


Cuando Miguel Ángel miraba un trozo de mármol de Carrara,

los demás solo veían el acaso, nada definible

en los bocetos y las figuras en grisalla

ante la mole cálcica que había ante sus ojos.

Quizás los Esclavos, Moisés o la figura de David

tenían, cuando todavía se escondían a su gubia,

un secreto de murmullos y luz

con un sendero preciso en la piedra

que solo él podía recorrer.


f.





martes, 15 de noviembre de 2016

Poema XVII



Hemos puesto en nuestra mente a cada cosa un nombre

y suena en el aire una voz diciendo Sahara e imaginamos un desierto.

No deja un río de ser río,

ni un mar se puede abandonar a otro nombre,

por eso pensamos siempre en una rosa

y el aroma y su posible color nos invade.

Todo adquiere sentido porque hemos marcado con símbolos la vida.


f.


domingo, 13 de noviembre de 2016

viernes, 11 de noviembre de 2016

Poema XVI



La isla negra me guarda un verso.

Atado a ti,

como si fueras a ser siempre parte de un poema.

Tendré ceniza entre los dedos,

esa suerte de olvido que nunca es olvido

y que trae junto a la rosa el ánimo de una piedra,

un augur de todas las verdades

que nunca fueron mías,

siempre tuyas,

girando en las hélices de los poemas.



f.






martes, 8 de noviembre de 2016

Poema XV



La ciudad donde se ha de volver siempre.

Un hombre trae siempre una mochila,

una pequeña y vieja maleta

donde va resguardando sus recuerdos

y también en ella se cuela un lugar, una ciudad,

unas calles, unas plazas o jardines

en que sus pasos siguen tanteando la vida.

Podemos ser de muchos sitios,

incluso apátridas o habitarnos de muelles,

estaciones o aeropuertos del mundo,

pero hay una sombra nuestra

que se nos queda pegada a ciertas cosas

que nunca se pueden explicar.


f.





domingo, 6 de noviembre de 2016

viernes, 4 de noviembre de 2016

Poema XIV



Era verano.

Septiembre descendía lentamente por el calendario

con la voluptuosidad de sus atardeceres rojos

y en el anfiteatro de Epidauro,

sentados en sus bancales de piedra,

vimos como un hombre dejaba caer unas monedas

desde la altura de sus manos al suelo de su círculo.

Sonaron tintineando a lo largo de todas las escalinatas

y entonces supe claramente

que estaba donde empezaban casi todas las cosas.


f.






martes, 1 de noviembre de 2016

Poema XIII



Sueños en Alemania

De esa pizarra oscura donde se vierte una vida

se irán borrando con el flujo del tiempo

y desmembrado en polvo todos los nombres.

El aroma de una rosa no dejará de ser tan solo un instante furtivo

y el roce sin reparos de una piel lo persuasivo y ciego del deseo,

enmarcado en ciertas frases, en ciertas noches.

Para cada lugar, para cada historia,

vamos dejando vacío un trozo de este muro.

Donde con una tiza roja se marcaban los días y sus palabras,

el implacable señor va dejando tan solo

el desnudo remake de un sueño.


f.


Programa Electroletras

Con versos en la noche

Mi lista de blogs

Seguidores

Vídeos de poesía para perdidos

Ahora en youtube

Los poemarios

Los poemarios
© (Copyright) Fernando Sarría de todos los contenidos originales de este blog, excepto cuando se señale otro autor.

Archivo del blog