Me urgen las sombras, el descenso hacia la noche abierta como un abismo a mis pies. Soy un hombre que se recompone a diario varias veces, como si todo lo que se me rompe a lo largo del día, tuviera después que hilvanarlo a base de palabras con mis torpes manos y por las costuras que quedan me abandonase parte de la vida. Es cierto que detrás de mí, como otro yo, se yergue mi silencio, a veces es una dura piedra en que esculpo con hondura todo lo que me emociona, que no varían mucho a la de otras personas, porque los seres humanos somos muy parecidos, gotas de agua que tememos siempre ser descubiertos en la desnudez de nuestras emociones...pero esto ya creo que lo sabéis todos.
f.
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